Nayra Sánchez Jefa de Buque en Zamakona Yards

A continuación reproducimos el reportaje que  el periódico LA PROVINCIA dedica a nuestra compañera Nayra Sánchez de Las Palmas de Gran Canaria.

 

JEFA AL MANDO EN EL ASTILLERO

Nayra Sánchez es una pionera: la primera mujer en ejercer como jefa de buque en el grupo Zamakona Yards dentro del Puerto de Las Palmas. A sus treinta años de edad, y después de haber completado su formación como ingeniero técnico naval en la Universidad de Las Palmasde Gran Canaria, Sánchez es ya una pieza importante dentro de la empresa, dirigiendo distintos proyectos de reparaciones de barcos, en los que puede tener a su cargo desde un pequeño equipo hasta “30 o 40 personas”, dependiendo del caso.

 

¿Qué hace un jefe de buque? No es un tarea sencilla: “eres responsable del trabajo técnico, pero también de la recepción del barco, y tienes que elaborar el presupuesto y justificar la factura”, apunta. Es, en realidad, un desempeño en el que se mezclan objetivos comerciales, además de los específicos del trabajo, y que siempre está sujeto a “mucha presión”. Porque ya se sabe que en el negocio marítimo, un buque parado no genera dinero para el armador. Los arreglos deben cumplir con rigor los plazos fijados, amén de los niveles de calidad esperados.

 

Sánchez entró un poco indecisa en el mundo portuario, del que no tenía referencias hasta que tuvo que escoger especialidad. Acabados sus estudios, entró en Zamakona, donde lleva ya seis años. Su primer encargo no se le olvida. Tuvo que asumir las reparaciones de cuatro patrulleras cedidas por la Armada española a Mauritania. “¡Todavía me acuerdo!”, confiesa de forma elocuente, para dar a entender que el debut costó considerables esfuerzos, a los que hubo que añadir los nervios lógicos de la puesta en escena como jefa de buque. Un puesto en el que hasta hace poco no era habitual encontrar a mujeres, al menos, en La Luz.

 

Eso no le ha impedido progresar, adquirir experiencia y responsabilidades dentro de la compañía. “El trato ha sido muy cordial, en general. No me he encontrado ese machismo. La gente más veterana me ayudó cuando entré”, explica. Hoy cuenta con orgullo que ya hay cinco trabajadoras en su plantilla, en un fenómeno de integración laboral en un mundo de hombres, que ella misma ayudó a propiciar con su incorporación al Puerto. Sánchez, además, ha sido testigo en primera fila del cambio de tráfico que ha experimentado el recinto de la capital grancanaria en los últimos años. “Cuando entré todavía se veían muchos pesqueros”, flota asiática que constituía el principal cliente de las reparaciones navales en La Luz. Sin embargo, las plataformas petrolíferas y su flota de asistencia han ido ganando peso y se han convertido en el mayor foco de atención para la industria local.

 

“La industria Offshore es muy exigente”, admite Sánchez, que, no obstante, señala que ése es un punto que ha obligado a mejorar a los técnicos locales. “Por supuesto, ha sido positivo”, señala, “porque hemos aprendido. El cambio también ha obligado a invertir en formación a las empresas”. Todo, en un oficio en el que “se trabaja por picos”, esto es, cuando lo pida el barco del momento. Como muchos empleos dentro del recinto, el de jefe de buque también impone una disponibilidad permanente.

 

Artículo: A. OJEDA

Fotografía: SANTI BLANCO

Publicado en: LA PROVINCIA (26/05/2014)

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